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¿Dónde están mis pirámides?


Estando en mis épocas de estudio en el Liceo Departamental Gilberto Álzate Avendaño Segunda Agrupación me llego la oportunidad de alfabetizar en los meses de noviembre y diciembre con la Secretaria de Tránsito. Allí nos capacitaron y salimos a las calles que nos asignaban cada día para poder hacer nuestra campaña de formación ciudadana al peatón y al conductor sobre el buen uso de las cebras. Me sentí orgulloso de esa experiencia y no se alcanzan a imaginar los aprendizajes que tuve cuando vi y percibí el mundo de otra manera, ya que era un joven tímido y de pocos amigos, encerrado en mi casa.

Posteriormente, después de todo el proceso de formación universitaria resulté siendo maestro sin proponérmelo pero que en mi perfil ya se veía como una vocación complementaria no ajena a la que me formé. Por razones del destino me nombraron en la Institución Educativa Julio Cesar García al norte de la ciudad de Medellín y allí fui feliz, porque desplegué todas mis potencialidades e impacté a toda una comunidad. El Rector me asignó junto a otro compañero, el proyecto de seguridad vial. ¡Qué stress! Yo no sabía en qué consistía ese proyecto, pero después de un mes asumimos con propiedad el reto del proyecto y la única manera era ir a la fuente ya que no había evidencia de un proyecto con este nombre ni en internet ni mucho menos sistematizado que nos ayudara (con esta asignación es la segunda oportunidad que la vida me conecta con la Secretaria de Transito).

Y me fui a hablar con la encargada de educación en la Secretaria de Tránsito que se llama A. R. Esa mujer volaba en su tarea ya que le apasionaba lo que hacía y eso me enamoró del proyecto; y me ayudó a crearlo y fundamentarlo como tal. Así fue como fui el primer docente en crear el proyecto de Seguridad Vial en Colombia, proyecto sistematizado y en ejecución en el ámbito escolar. Me visitó el gerente de FONPREVIAL y estuvo Telemedellin mirando todo mi trabajo, en el que en menos de un año ya disponía de juegos didácticos de calle y señales de tránsito elaborados por los estudiantes en las clases y cada uno tenía que saber su importancia y significado; recuerdo que todo el espacio escolar simulaba el entorno de la complejidad de movilización de una ciudad; es así que durante varios días nos quedamos toda la noche algunos estudiantes de último año y yo amaneciendo en el colegio haciendo la señalización con contac amarillo y blanco. Cuando los funcionarios de la Secretaria de Transito se dieron cuenta de esto, ellos mismos nos dieron la pintura propia que se utilizaba para las vías públicas justo para que la señalización de los corredores de la I.E. nos quedara similar como si fueran vías y hasta una glorieta habíamos organizado al ingresar al Colegio de tal manera que ayudara a la movilización. Cuando era el momento de presentar el proyecto como una experiencia significativa, una funcionaria de FONPREVIAL me roba el proyecto y se lo da a otro Colegio del Municipio de Itagüí. Asistí posteriormente en varios foros, seminarios y Congresos de Seguridad Vial en la ciudad. (continuó mi contacto con la Secretaria de Transito)

Justo cuando me encontraba realizando este proyecto, al Alcalde de la ciudad le dio por comenzar un estudio de accidentalidad en la avenida oriental, y durante un tiempo más o menos largo se ubicaron jóvenes a lado y lado de la avenida oriental y ellos escribían en una planilla el tipo de persona que se atravesaba la vía fuera de las cebras; paralelamente a esto, para crear conciencia se utilizaron las estrellas negras en el lugar donde habían sido atropelladas y moría alguna persona. A raíz de todo este estudio se tomó la decisión de tomar cartas en el asunto e intervenir la vía, es por esto que salió en esos días a licitación pública la elaboración de lo que conocimos como “las pirámides”, que al ejemplo de una ciudad de México que ya la había implementado y tenían un gran valor arquitectónico y artístico, que nos ponía a la vanguardia de muchas ciudades europeas. Con ellas nos quitábamos también una situación de tipo social en la que se mostraba una ciudad donde imperaban los pordioseros y gamines que dormían y hacían sus necesidades en el separador de la avenida oriental; hubo posteriormente mucho rechazo en la ciudad por las “pirámides” porque justamente la empresa de ingenieros que ganó dicha licitación era de la familia del Alcalde y cuyo valor era de mil millones de pesos la contratación y que por cierto fue el último contrato de su administración.

Cuando las construyeron; las pirámidescambiaron significativamente el aspecto de la ciudad, ella se convirtió en una ciudad progresista, dinámica y a la vanguardia con los diseños urbanísticos de ciudad, donde las pirámidespasaron a ser en su conjunto el complemento artístico de una obra de arte hecha con el mismo material ubicada en la fachada de la Clínica SOMA ubicada en la playa con la oriental, por lo tanto era una sola obra de arte regada por varias calles de la ciudad, que nos educó a pasar por las cebras ubicadas junto al semáforo; y eso era lo que nosotros como maestros enseñábamos en la escuela cuando hablábamos de ellas. Ya hacían parte del diseño paisajista de la ciudad de Medellín, aunque algunos taxistas no sabían para que habían sido diseñadas y cuál era el sentido, y solo se quedaron con la idea de que fue un acto de corrupción y despilfarro y todos ellos hablaban negativamente en forma reiterada a los turistas y a los propios ciudadanos que por asuntos de la guerra política entre bandos liberales, conservadores y otras fuerzas políticas por el poder poder, no le dieron el valor a lo más importante, pero sí a lo trivial, al final fue una administración que se dedicó a educar a los ciudadanos. El propósito en realidad era otro, ya que por los días de su construcción rondaba en el aire aquel concepto de la ciudad educadora ¡Qué maravillosa oportunidad era la de recorrer el centro de la ciudad sabiendo que toda ella me está formando!

Hoy mi ciudad ha cometido el acto de barbarie más grande al PATRIMONIO material, artístico, simbólico e identitario, vinculante y espiritual; donde la ciudad misma con las más de 500 esculturas en los diferentes lugares de la ciudad había volcado el museo al ámbito urbano, que no requería de presupuesto anual para su sostenimiento y en su lugar poner un jardín que igual se hubiera podido diseñar en los andenes aledaños y que si requieren de adicionar un presupuesto para su mantenimiento, solo por el pretexto de estar pasando la ciudad por una situación de crisis atmosférica debido a la contaminación producida por los vehículos y la empresa de uno de los más ilustres Ediles de nuestra ciudad. Con tristeza hoy me pregunto ¿Dónde están mis pirámides?, ¿dónde está el arte?, ¿dónde están los artistas? y ¿dónde los eruditos intelectuales, que se les dio como si nada, la destrucción de las mismas? Hoy, cuando me preparo en el exterior y aprendo a valorar dichas obras, lamento esta gran pérdida.

¿DÓNDE ESTAN MIS PIRAMIDES?, ¿QUÉ LE PASO A LA CIUDAD?¿DÓNDE ESTÁN LAS COSAS REPRESENTATIVAS QUE IDENTIFICABAN LA CIUDAD?solo están en el recuerdo de las personas que por su ignorancia no saben leer los entornos; hoy, lamentablemente, son un fantasma de la arquitectura; solo es quitar y poner una cosa, le quitaron el valor a la cosa que preservaba la vida humana de un incidente de tránsito; recuerdo que le pasó lo mismo que a lo que solo hoy algunos recuerdan en Medellín que era la fachada del Teatro Junín, hoy edificio Coltejer, o como también la fachada de la otrora y famosa Farmacia Pasteur, que hoy no existen, pero cuando se observan en los libros sus fotografías se preguntan ¿Cómo fueron capaces de destruir una cosa tan hermosa?.

Jaime Humberto Arango Acosta

Lic. En filosofía y Teólogo.


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