Irene

SEVILLA.Qué pena que no haya nacido allí,pero tengo la gran suerte de que por mis venas corra sangre sevillana, de la cual presumiré toda mi vida.Presumiré de mis abuelos, de mis tíos y tías,de mis primos y primas y de mis amigos y amigas,presumiré de que se viva en un constante primavera-verano,del arte que reluce por los cuatro costados, presumiré de la alegría,la naturalidad y las carcajadas hasta en el rincón más escondido del Barrio de Santa Cruz.Presumiré de su acento y su gracia, de la Semana Santa,de su feria de abril, de La Giralda, de Triana,de la plaza España, de la bodeguita San Eloy, De la Torre del oro,Del Real betis balompié... y por supuesto presumiré de mi padre,la persona culpable de que esté enamorada de esta ciudad,el que me levanta cuando caigo, el hombre que hace de madre y padre a la vez,el que nos arroya con su fuerza y poderío y el que con tan solo su alegría y su forma de poner música a la vida nos alegra la existencia.