Andrea M

Hay olores que inmediatamente te recuerdan a alguien especial, hay objetos que siempre estarán vinculados a sensaciones, a momentos, a personas ...

Cuando salgo a la puerta de mi casa del pueblo y voy a la parte trasera de esta todo huele a él, a romero, y se van deslizando por mi memoria instantáneas compartiendo una de sus pasiones, dando vueltas en bici en el páramo y, en mis oídos retumban todavía las risas recorriendo caminos con él.

Adoro a las personas que viven la vida con vitalidad, que son capaces de recorrer 20 kilómetros en bici simplemente por la pasión que rodea al ciclismo y, él, lo hacía y lo hizo hasta dos meses antes de una enfermedad terminal llamada metástasis se lo llevará a un lugar que llaman cielo. Pero ni siquiera una enfermedad podrá borrar de mi mente todo lo que trasmitías, ojala más personas que cuando aman lo que hacen lo compartan con su familia de esa manera tan bonita como lo hacías tú y que vivan la vida como tu lo hacías con una sonrisa siempre en la cara.

Desde que tengo uso de razón la bicicleta de la imagen es la que utilizaba mi abuelo para recorrer pueblos, para dar vueltas por los páramos y caminos con mi hermano y conmigo. Y si siempre habrá palabras que me recuerden a él; ciclismo, bicicleta, pasión, vitalidad, positivismo, romero. Gracias a estas palabras, a los momentos y recuerdos que tengo de él y a esta bicicleta creo que ni cuando envejezca y la demencia se instale en mi mente podrá borrar todo esto.