Alba H

Este collar me lo regaló mi madre el mismo día en que por primera vez probé el sabor de la vida. El mismo día en el que la existencia decidió hacerme partícipe de su juego.

De algún modo, el valor material de este detalle se esfuma con los miles de emociones y sentimientos que aparecen en mí cada vez que intento interpretarlo.

La imagen que lleva incrustada el collar corresponde al árbol de la vida. Cada vez que la siento en el cuello, no puedo evitar preguntarme como algo tan diminuto es capaz de representar el lazo de unión con mi familia, y como a partir de una simple semilla surge una realidad que se agarra con toda su fuerza en la tierra para lograr el equilibrio. Una realidad que expande sus ramas en todas las direcciones para mostrar la diversidad de su ser, y se deja llevar por el aire siguiendo sus deseos. Esa realidad soy yo. Una realidad que siempre llevará consigo este collar que me regaló mi madre.