Marina L
Mi patrimonio no es algo, sino alguien. Cuando era pequeña me tuve que mudar de mi ciudad, hice muchos amigos de los cuales aún mantengo algunos, pero sobre todo a ella. Era nueva en la ciudad, pero ella se convirtió en mi hermana. Nos pasábamos los días juntas, en clase, en el patio, en el parque, en casa... y una de las cosas que recuerdo que más hacíamos era disfrazarnos. Nos encantaban los disfraces, de cualquier disfraz hacíamos ratos divertidos y nos encantaba escenificar las profesiones. Por desgracia, nos tuvimos que separar porque me fui de esa ciudad, y aunque ya no vivamos juntas, sigue siendo como hermana, seguimos estando la una para otra. Tal vez porque no haya tenido esos amigos que tiene todo el mundo desde la infancia, ella sea tan importante para mí.