David P
Mi padre jugó al baloncesto, de ahí viene mi afición desde que era muy pequeño.
Para mí el baloncesto es mucho más que un deporte, es una expresión de emociones y sentimientos.
Soy una persona muy introvertida y tímida y muchas veces no encuentro las palabras necesarias para decir todo lo que siento pero cuando me pongo mi camiseta, cojo mi balón y voy a jugar al baloncesto con mis amigos, me transformo en una persona muy diferente.
De cierta manera este deporte me ha ayudado a expresarse, no tanto con palabras sino con acciones y liberar los fines de semana toda la tensión que acumulo durante la semana.
Siempre que me encuentro bajo de ánimo voy a jugar yo solo, y al cabo de un rato vienen hacia mí personas para jugar un partido, y eso es precisamente lo que más me gusta, conocer y jugar con gente que tiene la misma afición que yo.