Estefanía PF
Nunca una cadena ha significado tanto. Lo recuerdo como el primer día, antes de subir al avión con destino a España. Abuelo, te acercaste, me cogiste de la mano y me la diste como símbolo de tu amor infinito. Y aunque hayan pasado 15 años, aquí está conmigo, como un gran tesoro, recordándome siempre tu amor y cariño. Sé que algún día nos volveremos a ver y a abrazarnos, como si el tiempo nunca hubiera transcurrido.