CPS
Este objeto, una sortija con forma de rosa, no tiene un gran valor intrínseco si no fuera por lo que representa, que no es otra cosa que la amistad.
Cuando una persona de tu edad con la que has mantenido una relación desde hace ya varios años se marcha de vacaciones lejos a ver cosas interesantes con su familia y cuando regresa te lo trae como un detalle, para mí significa que te ha echado de menos y que la hubiese gustado tu compañía en ese viaje y, además, que te aprecia como amiga, ya que alguien para el que le eres indiferente no muestra generalmente este tipo de detalles.
En mi opinión, los regalos reflejan en gran medida la personalidad de quien los hace y este, en concreto, es algo muy personal y que tiene una gran carga simbólica. La rosa es naturaleza y sencillez y así es la persona que me la compró: natural, sencilla, alegre y generosa.
Para mí, este objeto, esta sortija tan original, es un bonito símbolo de amistad, de la amistad verdadera, totalmente desinteresada y es por ello que, cada vez que me la pongo, me acuerdo de esa persona con cariño porque ella se lo merece.
Y es que estoy totalmente de acuerdo con esa persona que afirmó una vez “quien tiene un amigo, tiene un tesoro.”
En verdad creo que hay pocas cosas tan hermosas como la amistad verdadera