top of page

Estela I

Por fin, se acabó este examen, papá y mamá me están esperando con la autocaravana fuera de la universidad, en tres días estaré contigo ayudándote otra vez con la mudanza de vuelta a España.

Vamos por la mitad de camino, no paras de preguntarme que por donde nos llegamos ya, a veces resultas un poco pesada pero mis ganas de verte hacen que se me olvide.

Ya estamos en el pueblo, es un pueblito de Croacia muy pequeño y un poco oscuro, todavía me sorprende que decidieses venir a trabajar aquí, pero bueno ya se acabó, ya te vienes de vuelta con nosotros. No sabemos muy bien donde estamos, hemos llegado a un camino que no lleva a ningún lado, pero tus ansias de vernos hacen que vengas andando a donde crees que podemos estar, y efectivamente estamos ahí. Te subes en la autocaravana y nos llevas hasta la que ha sido tu casa, tu casero ha cortado las ramas del olivo, del pequeño jardín que tienes en la entrada, para que podamos aparcar ahí.

Me llevas a tu casa, mientras papá y mamá hacen la cena en la caravana y te digo que si empiezo a ayudarte con las maletas, tengo muchas ganas de que vuelvas a casa y fíjate que me da hasta por ayudarte, pero me enseñas la maleta de cabina y me dices que ya esta hecha, que ya lo tienes todo listo, yo miro tus cosas en el armario, tu cama con tus sabanas, tu peine y tu cepillo de dientes siguen en el baño y mientras se te cae una lágrima por la mejilla me dices que por favor todavía no se lo diga a papá y mamá, que es una decisión que te ha costado mucho tomar, pero que estas muy a gusto y que te quedas un tiempo más.

Yo sabía que si mostraba mi pena te iba a cambiar todos tus planes, así que solo se me ocurrió decir que qué bien que me alegraba mucho, pero en el fondo deseaba tenerte en la habitación de al lado otra vez.

Cuando estábamos en un bar ya se empezaron a dar pistas de que te ibas a quedar más tiempo, a papá y mamá no les gustó mucho la idea tampoco, todos deseábamos que en ese viaje de vuelta tú te vinieses con nosotros para quedarte ya allí; se empezaron a ver caras tristes a la vez que de orgullo.

A la mañana siguiente, nos enseñaste todo lo que estabas haciendo allí, y las caras de tristeza iban desapareciendo, todos estábamos contentos de que estuvieras bien, de que estuvieses disfrutando con lo que estabas haciendo, cada cosa que nos enseñabas mostraba tu ilusión y tu madurez.

De vuelta a casa, disfrutamos de un montón de lugares, de risas, de recuerdos, para pasar unas navidades en familia, aunque sabíamos que eso se iba a terminar ese 12 de enero que cogiste el avión para irte de nuevo; te esperaremos en el mismo sitio cuando decidas volver… si es que quieres hacerlo.

Antes de despedirnos, me dijiste que mirase en el primer cajón de tu habitación, allí había esta foto con una carta, tengo muchas cosas que me recuerden a ti, al fin y al cabo, eres mi hermana, pero esta foto tomó un valor más importante todavía, cada vez que me despierto la veo y me acuerdo de ti y de todos los momentos que hemos creado juntas, todo el apoyo que me has dado y lo que me has enseñado. A pesar de estar tan lejos, eres la persona a la que más quiero


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay tags aún.
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page